¿Sientes que el año 2020 está siendo un año de pena?
¿Te sientes vacío, triste o desorientado? ¿Te falta encontrar una motivación o aliciente claro para levantarte cada mañana?
¿Estás preocupado y tienes miedo por lo que pueda pasar en los próximos meses, tanto desde el punto de vista sanitario, como laboral o económico?
¿Te gustaría acabar el 2020 con una sonrisa, con paz y con la sensación de que este año 2020 ha servido para algo? ¿quieres tener la sensación de que no has tirado a la basura un año de tu vida sino que has aprovechado el tiempo?
Si has contestado que sí a alguna o algunas de las preguntas anteriores te invito a que sigas leyendo.
Soy Rosa Pilar y hoy me dirijo a ti como miembro de la Escuela de Cursillos de cristiandad de la Diócesis de Albacete. Porque pienso que te puedo ayudar y ofrecerte una solución para conseguir que el 2020 sea un año que recuerdes en el futuro, no sólo por la pandemia, sino por ser el año que tu vida cambió para mejor.
Antes de continuar quiero darte las gracias por seguir mi blog, o si no lo sigues habitualmente, por estar leyendo esta entrada. Valoro mucho el tiempo de las personas, porque valoro el mío, y no me gusta perderlo en cosas que no me aportan cosas positivas. Si estás aquí es porque tienes ganas de mejorar, de ampliar conocimientos, tienes curiosidad, y esa son cualidades que no se deben perder, porque la vida es para aquellos que, como tú, están dispuestos a aprender cosas nuevas.
Hace unos años tuve la suerte de hacer mi cursillo de cristiandad, ya he escrito sobre eso en este blog, y mi vida cambió para mejor. Yo no tenía la sensación de necesitar un cursillo de cristiandad, ni sentía que necesitara nada, en realidad. Estaba bien, tenía trabajo, salud y amor. Pero en mi interior había un vacío que no conseguía llenar con nada. Deporte, Yoga, meditación… Me invitaron a hacer el cursillo y dije que no por prejuicios. ¿Qué pintaba yo en un cursillo de curas y beatos?. Eso pensaba yo y estaba bastante equivocada. Aunque unas semanas después cambié de opinión y lo hice. Pensé que igual ese cursillo podía ayudarme a crecer en algún aspecto de mi vida y que no pasaba nada por probar.
Fue la decisión más acertada de mi vida. Fue una experiencia vital impresionante. Gracias a mi cursillo puedo decir que hoy soy una versión mejorada de mi misma y que gracias a él, a las herramientas que conseguí, he podido vivir esta situación de confinamiento, pandemia, enfermedad y muerte, con serenidad, entereza, e incluso con alegría. Alegría por las cosas buenas que tengo, que son cosas sencillas, pero que descubrí que son las realmente importantes.
Así que te invito a que hagas el cursillo 23 de la Diócesis de Albacete, que si Dios quiere y la pandemia nos lo permite se celebrará durante los días 4 a 7 de diciembre en la Casa de Ejercicios de Albacete. Está dirigido a personas mayores de 18 años. Da igual si eres creyente, agnóstico, ateo, católico practicante o musulmán, todos somos acogidos y respetados. Y todos tenemos un lugar en nuestro cursillo.
Se respetarán las normas de seguridad anticovid. No habrá riesgo de contagio.
Coincidirás conmigo en que si quieres tener resultados distintos, tendrás que estar dispuesto a hacer cosas distintas. Y un cursillo de cristiandad es algo «bastante distinto» a lo que estamos acostumbrados y que te puede cambiar la vida.
Puedes pasar de ver tu vida en blanco y negro a verla de colores. ¿Te lo vas a perder por prejuicios, miedos o inseguridades?
Si quieres más información puedes ponerte en contacto conmigo, enviar un correo a cursillosalbacete@gmail.com, o en cualquier parroquia de la provincia de Albacete. Allí tienen información y te pueden poner en contacto con nosotros.
Ánimo, ¿te espero en el cursillo 23? me encantaría conocerte.
Rosa Pilar Sáez, 27/10/2020
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